• Muy grande.
  • Me quisiera imaginar al CENPAT como un referente en la comunidad en Patagonia, con mejores canales de comunicación con la sociedad que resultaron en haber priorizado el desarrollo de líneas y temáticas regionales como eje importante; con un mayor número de institutos fromados y consolidados por toda la Patagonia, comprendiendo gran cantidad de científiques, personal de apoyo y administrativo cuyo trabajo en equipo ha logrado ese desarrollo; y una mayor conectividad y colaboración entre todas esas personas que conformarían al CENPAT, interesados no solo por el desarrollo de la ciencia sino también por el bienestar y desarrollo de la sociedad en donde todes somos parte (porque el trabajo en equipo y juntes es clave si se quiere lograr esto).
  • Basándome en las inquietudes de muchos que conocí y confiando en que esas personas no sólo seguirán en la institución sino que plasmarán sus ideas en el trabajo comunitario, imagino al CENPAT como una usina de intervenciones sociales y una institución con cara científica-barrial.
  • Con mejor infraestructura, con una salida de agua de mar instalada, referente mundial.
  • Me imagino al CENPAT creciendo, con mas investigadores y mas abierto a la comunidad, interactuando con la misma de mayor manera y con las escuelas.
  • Como el mayor centro de investigación científica de la Patagonia, promoviendo la formación de recursos humanos y articulando mas con las comunidades locales.
  • Que dificil... es un período muy largo para imaginarse... Creo que seguirá existiendo, seguramente muy distinto de lo que es ahora, talvez el edificio centralice algunas disciplinas o actividades pero los institutos seguirán creciendo y ganando independencia y espero que sea coordinadamente. Espero que la inter-disciplinariedad se fortalezca en vez de debilitarse con esa atomización. Aunque con la corta experiencia en institutos me temo que será muy difícil engranar disciplinas y plantear objetivos y metas en común... Como investigadora jóven es mi deseo y trabajaré en pos de eso en el futuro.
  • Lo deseo integrado a la comunidad local y en diálogo y contacto creativo y productivo permanente con toda la comunidad educativa, científica y académica del país. Lo deseo creativo, abierto e inclusivo.
  • Me imagino un centro de investigación multidisciplinario con diversas sedes en la región patagónica.
  • Un CENPAT igualitario, inclusivo y solidario, comprometido con la sociedad, con personas que trabajan en igualdad de condiciones y en un ambiente cordial. Que se cuente de forma anecdótica que hace 50 años un grupo de compañeras tuvo que organizarse para lograr un CENPAT libre de violencias machistas y más igualitario (ojalá que también tengan que contar que en esa época ser mujer no solo era una desventaja sino un riesgo, te podían matar por serlo).
  • Me lo imagino aún mas insertado en lo social e integrado a las políticas públicas.
  • Con más gente, más grande y todavía más involucrado con la comunidad.
  • Me lo imagino activo, con ganas de crecer, con más infraestructura, más seguro, y en contacto con la comunidad.
  • Viendo la trayectoria del CENPAT en cuanto a crecimiento y diversificación en estos primeros 50 años, le auguro un futuro muy promisorio.
  • Con la dinamica actual, lo imagino desapareciendo, ya que nunca ha ocupado un papel de vanguardia, ni en investigación, ni en ponerse a la cabeza de dar respuesta a las necesidades reales de la sociedad. Al menos en sus últimos 20 años, nunca ha tratado de entender cual es la realidad patagónica y qué papel puede jugar en ella. El ejemplo mas concreto es con los indios (es decir, sin eufemismo, los pobladores originales de estas tierras): el CENPAT los ha utilizado, para un lado y para el otro, pero nunca les ha cambiado un ápice de su realidad degradada y degradante.
  • Más grande y complejo. Con más institutos.
  • Mas o menos igual que ahora.
  • Trabajando codo a codo con la comunidad para ayudar a resolver los problemas de la sociedad. Un grupo sólido de profesionales respetados por la comunidad.
  • En Argentina es muy difícil proyectarse a largo plazo y tener hoy la visión de los pioneros fundadores cuando aun faltaba todo por descubrir. Considero que los primeros 50 años encuentra un grupo humano solido pero su crecimiento numérico no sera exponencial como lo fue en el primer medio siglo, sino acorde a la complejidad y sofisticación de las investigaciones que se propongan.
  • No se si lo imagino, pero si desearía que estuviera más integrado a la comunidad para satisfacer las necesidades de la región.
  • Es difícil proyectar el futuro, porque lo único que tenemos es el presente. Sin embargo tratando de hacer un ejercicio de imaginación, y ante nuevos paradigmas que surgen en un mundo tan cambiante, el CENPAT seguramente abrirá nuevas líneas de investigación relacionadas con el ambiente, los recursos naturales y sobre todo con las humanidades. Desde ya ante la pandemia del COVID-19, podrán incrementarse líneas de investigación en el área de la biología de todo tipo de patógenos.
  • Si la ciencia está en la agenda de las políticas publicas, el CENPAT será un centro científico con institutos consolidados, a la vez integrados por temas transversales que enriquezcan, no sólo el conocimiento en un sentido más holístico, sino también la potencialidad ante una necesidad de la comunidad.
  • Mejor financiado y más insertado en la sociedad de Madryn.
  • Me imagino un CENPAT más interdisciplinario y más diverso en términos de los saberes (científicos y empíricos) que son incorporados y tenidos en cuenta, aún más proactivo en su vinculación con sectores muy diversos de nuestra sociedad, y por tanto más abierto, inclusivo y colaborativo, aportando a la resolución de lo urgente desde lo técnico y a la generación de conocimiento en general, como un actor más de esta sociedad.
  • Tengo la esperanza y la convicción que estará más vital que nunca.
  • Creo que sumamente integrado a la comunidad y desarrollando mucha ciencia con muchos mas institutos.
  • Mejor que hoy, en cuanto a capacidades humanas e infraestructura; también en cuanto a la interacción de los distintos grupos de trabajo. Aquello del enfoque y del trabajo multidisciplinario e integración de la comunidad en el desarrollo de proyectos ya tiene un fuerte impulso que irá en aumento. No creo en el progreso inevitable, pero poco a poco en la sociedad se va generando una conciencia sobre los aportes de la ciencia a la calidad de vida de las personas y las sociedades; eso seguramente significará un consenso para proveer de más recursos al sector de CyT. Seguramente se sumarán otros temas de trabajo (plasmados en nuevos institutos, laboratorios, con nuevas capacidades humanas) para abordar temas urgentes: viviendas autosustentables energéticamente, adaptadas a las condiciones climáticas locales (frio, viento, etc.), producciones locales varias (de alimentos, etc.), agregado de valor a lo nuevo y a lo que vaya quedando de la producción que existe hoy (lana, pesca, fibra de fauna silvestre, etc.), trabajando más en colaboración con otras instituciones (INTA, universidades y otras instituciones locales), integrando el saber de los pueblos originarios y de los distintos productores agrícola ganaderos, etc. A ello habrá que sumarle los nuevos desafíos que irán planteando las nuevas generaciones de cientìficxs y técnicxs a partir de nuevos problemas ambientales, de salud, de manejo de recursos naturales, de desarrollo urbano y territorial, etc. Creo que existe un consenso en que tenemos que generar conocimientos y acciones que nos ayuden a enfrentar esta realidad terrible, obra de un capitalismo de rapiña que avanza como si los recursos naturales fueran ilimitados y a superar ésta perversa relación con la naturaleza que ha naturalizado la agricultura industrial y la cría industrial de animales, la deforestación y sus consecuencias en la pérdida de biodiversidad y de hábitats, la erosión acelerada de suelos y las inundaciones. Nuevos conocimientos que nos ayuden a entender y a poner en debate los dudosos beneficios cuando no la irracionalidad de la puesta en práctica de mega emprendimientos que no hacen más que seguir concentrando las riquezas en pocas manos en desmedro de la salud ambiental y de gran parte de la humanidad. Para terminar con mis rudimentarias visiones de los próximos 50 años del Cenapt, transcribo las “Interesantes reflexiones de un joven científico del sur argentino”, autor de God save the King: Una ontología del Imperio del Coronavirus, quien, luego de describir el drama ambiental que estamos atravesando y sus múltiples relaciones con la pandemia, nos invita a dar un paso más para entender que la: “ . . . la degradación de la biosfera se debe más a nuestra ausencia que a nuestra presencia en el mundo. El agotamiento de los recursos naturales está probablemente bastante menos avanzado que el agotamiento de los recursos subjetivos, de los recursos vitales . . . cada derrame de petróleo, cada llanura estéril y cada extinción de una especie es una imagen de nuestras almas harapientas, un reflejo de nuestra ausencia en el mundo, de nuestra íntima impotencia para habitarlo”. Desolador, pero bastante acertado. Creo que reconocer las distintas dimensiones del desastre nos puede hacer un poquito más sabios y ayudarnos a reinventarnos para poder, así, reinventar otro mundo ! Larga vida para el Cenpat !!!
  • No me lo imagino.