Estudio internacional

La alimentación de los tiburones, clave para planificar su conservación

Un científico del CONICET participó junto a 72 especialistas en una investigación que permite conocer las zonas en las que diferentes especies de tiburones se alimentan.


Fotos de Tiburón Cazón: Galerhinus galeu. Gentileza Gastón Trobbiani

Un trabajo publicado en la revista Nature Ecology and Evolution, del que participaron especialistas de 21 países del mundo, puede influir en la conservación de muchas especies de tiburones. “Estos animales son extremadamente vulnerables a las actividades humanas, como la sobrepesca y la destrucción del hábitat, y el número de individuos ha disminuido sustancialmente en los últimos 50 años. Conocer cómo los tiburones se mueven a través de los océanos para alimentarse es un primer paso para poder planificar su conservación”, explica Javier Ciancio, investigador adjunto del Centro Para el Estudio de los Sistemas Marinos (CESIMAR-CONICET).

Según se indica en el artículo, los científicos aplicaron la lógica del “sos lo que comes y donde te alimentas”. Así, se realizaron análisis de isótopos estables de carbono para determinar fuentes de alimentación y la ubicación de estas fuentes. Los isótopos son átomos similares de un elemento químico que se utilizan en ecología trófica para traquear patrones de alimentación y distribución. En este caso se utilizó el carbono del fitoplancton, que llega a los tiburones a través de la cadena trófica, para construir un mapa global de concentración y estimar la zona de alimentación de estos animales.

“Los tiburones están constituidos por una gran diversidad de más de 500 especies, sin embargo es muy poco lo que se sabe a cerca de sus hábitats y comportamientos. Este meta análisis, o análisis a gran escala, permite conocer en qué lugar del mar un ejemplar determinado obtuvo la mayor parte de su alimento”, afirma Ciancio.

Para este estudio, dirigido e impulsado por el científico Christopher Bird de la Universidad de Southampton en el Reino Unido, se recolectaron valores de isótopos de 5394 tiburones de 114 especies en todo el mundo y lo que pudo establecerse es que los tiburones oceánicos se alimentan en zonas de latitudes intermedias (30-50 grados de latitud) que son sitios en los que abunda el fitoplancton. Estas regiones por su alta productividad, además se encuentran sometidas a una gran presión pesquera.

En este artículo se destaca que si bien muchos gobiernos están creando grandes áreas marinas protegidas para reducir el impacto que la pesca incidental tiene sobre los tiburones, muchas de estas áreas son creadas en aguas tropicales y esto no proporciona una protección efectiva para los tiburones oceánicos.

“Haber determinado y conocido las zonas de alimentación permite pensar medidas más precisas para la conservación futura de los tiburones si estos datos por ejemplo, son tenidos en cuenta por quienes tienen la capacidad de diseñar nuevas áreas marinas protegidas o regular el volumen de pesca en los sitios en los que estos animales se reproducen y comen”, concluye Ciancio.

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A partir de este trabajo se generó el “proyecto de isótopos estables de condrictios” para estudiar distintos aspectos de la biología de tiburones a escala global utilizando isótopos estables, del que participa Javier Ciancio.

Por Alejandro Cannizzaro