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Investigan la fuente de sedimentos que provoca los cortes de agua en la región
Los especialistas del CENPAT develaron las principales causas que impiden la potabilización durante los eventos de fuertes lluvias
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Un grupo de científicos del CCT CONICET CENPAT publicó un trabajo en el que revelan las principales áreas de aportes de sedimentos al río Chubut durante los eventos de fuertes lluvias que derivan en la complicación para potabilizar el agua en las ciudades del Valle Inferior del Río Chubut y Puerto Madryn.
El trabajo, denominado “Áreas críticas para el aporte de sedimentos al río Chubut, Patagonia Argentina: evidencia geomorfológica de la cuenca piloto de Sagmata”, fue realizado por Andrés Bilmes, Pablo Bouza, José Cuitiño y Nicolás Scivetti del Instituto Patagónico de Geología y Paleontología (IPGP), junto a Mario Rostagno y Miguel Pascual del Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales (IPEEC) e ingenieros de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB)
“Hay diferentes tipos de sedimentos, algunos son más grandes que la arena, como la grava, pero esos durante el transporte generalmente decantan relativamente rápido. En cambio, el sedimento más fino como la arcilla y el limo, siguen en suspensión y son los que generan los problemas más grandes de potabilización. Por eso intentamos identificar dónde están esas fuentes de sedimentos de material fino”, expresó Bilmes, doctor en Ciencias Naturales y licenciado en Geología.
El estudio se concentra en una subcuenca piloto del río Chubut, ubicada entre el Dique Florentino Ameghino y la localidad de 28 de Julio. Se construyó un mapa geomorfológico detallado de 110 kilómetros cuadrados, con especial énfasis en la identificación de zonas de producción de sedimentos. “Lo que hicimos fue un mapeo en detalle de toda esa cuenca, utilizando datos de imágenes satelitales y control de campo. También analizamos las cuencas de drenaje para discriminar qué tipo de rocas hay, cómo son las pendientes”, agregó el investigador del IPGP.
Se identificaron y cartografiaron siete unidades geomorfológicas en el área de estudio denominadas: Terraza antigua, Terraza intermedia, Niveles de pedimentos, Badlands, Terrazas estructurales, superficie de plantación exhumada y Depósitos recientes.
“Sobre la base de eso pudimos establecer que había algunas unidades geológicas que eran las principales aportantes de sedimentos. Son las que se conocen como la Grupo Sarmiento y Grupo Río Chico, sobre todo cuando están formando escarpas de erosión (que son como una especie de acantilado), y lo que llaman Badlands, (que son como colinas con pendiente desprovistas de vegetación). Cuando hay rocas que están dispuestas con esa geoforma sabemos que van a aportar mucho más sedimentos que, por ejemplo, un pórfido en una zona plana. Entonces, a partir de eso, podemos empezar a pensar dónde hay que poner el foco al momento de colocar trampas de sedimentos para que, cuando llueve mucho, los sedimentos finos no entren al río Chubut y nos generen esos problemas”, señaló el investigador del CENPAT.
Cabe recordar que, para el VIRCH y Puerto Madryn, el río Chubut representa no sólo el suministro de agua dulce más importante de la región, sino que también sustenta la actividad agrícola-ganadera en unos 420 kilómetros cuadrados. De esta manera, debido a que la geología superficial de la cuenca Sagmata es representativa del área más grande del bajo Valle del Chubut, los métodos y resultados de los científicos proporcionan elementos concretos para guiar el mapeo de la producción de sedimentos, un paso crítico en cualquier plan de manejo para anticipar y prevenir los efectos negativos de los impactos de la descarga de sedimentos al río Chubut.