El desafío de la inserción laboral

Resulta alentador encontrar que cada vez es más frecuente asistir a debates en los que el rol de la ciencia es discutido en torno al bienestar de la comunidad. Sin ir más lejos, días atrás el propio presidente del Conicet, Dr. Roberto Salvarezza destacaba que para él los científicos tienen el deber de impactar en el entramado social.

Con idéntica voluntad  y perspectiva, es que han sido organizadas en cinco oportunidades las Jornadas de Becarios en el Centro Nacional Patagónico de Puerto Madryn, donde en la última edición realizada el pasado mes de mayo se trabajó en una mesa redonda innovadora bajo el lema  “Soy doctor ¿y ahora?: inserción laboral fuera del sistema científico”.

Mariana Viglino es una de las organizadoras de las Jornadas y reflexiona respecto a las inquietudes que motivaron este encuentro: “Esta consigna surgió con la experiencia de muchos compañeros en la organización de las Jornadas anteriores. Es una inquietud de muchos becarios no saber qué otras opciones laborales hay disponibles para un profesional doctorado que no logra insertarse en el sistema científico. Por eso, quisimos armar una mesa en la cual invitáramos al sector productivo local y de la región, y así lograr formar un vínculo entre becarios y empresas para mostrar que existen otras opciones laborales para un doctor”.

Por su parte los panelistas invitados destacaron que el sector productivo se beneficiaría ampliamente incorporando doctores a su personal dado que son profesionales altamente calificados. Los doctores tienen muchísimas herramientas que se adquieren en la labor científica, como la capacidad de resolución de problemas mediante la búsqueda de metodologías apropiadas, que responde más o menos a la misma estructura que se tiene de resolución de problemas en el sector productivo, solo que en este último caso las estrategias de negocios y el tiempo son aspectos sumamente influyentes.

Casos concretos de doctores trabajando en el sector productivo pudieron escucharse en la mesa redonda en la voz de, por ejemplo, Carolina Daviou y Maria Victoria Canullo de la Gerencia de Investigación y Desarrollo de ALUAR. Luego de hacer su doctorado acudieron a una búsqueda de personal en la fábrica de aluminio y quedaron seleccionadas. También contó su caso Georgina Davies quien ingresó a la función pública en la Secretaría de Ciencia de la Provincia de Chubut luego de doctorarse y no haber podido ingresar en un posdoctorado.

Para Viglino, todavía no es algo habitual ver a doctores trabajando en empresas. “El sector productivo desconoce las cualidades que pueden tener este tipo de profesionales. Y por otra parte los doctores no se creen capaces, ni consideran que su perfil sea amoldable al sector productivo. Quedan muy encasillados sólo en la investigación”.

Según Viglino “el primer impacto fue el abrir las puertas a que estos dos sectores se vinculen. Si uno lograra difundir casos de doctores que con éxito se insertan en el sector productivo ayudaría a ver que si no se puede ingresar al sistema científico no es el fin del mundo. Existen otras posibilidades”.

Para que el sector productivo se entere de que pueden contar con los doctores, se propuso desarrollar una base de datos en la cual aquellos que en principio quedaran fuera del sistema científico puedan cargar su curriculum y las empresas a la hora de hacer la búsqueda accedan a la misma, vean el perfil del profesional y si es una persona de su interés. Por otra parte los panelistas instaron a que sean los mismos doctores los que acerquen sus CV, se postulen, se muestren y se hagan visibles porque muchas veces las empresas no conocen de su existencia.

Para más información, se encuentra disponible el documento sobre la mesa redonda haciendo click aquí.