Pocos microscopios tienen la capacidad de analizar y procesar diferentes tipos de datos con la precisión y calidad que lo hace un Microscopio Electrónico de Barrido. Afortunadamente, el Instituto de Biología de Organismos Marinos (IBIOMAR, CONICET), perteneciente al Centro Nacional Patagónico (CCT CONICET-CENPAT) adquirió uno y hoy es el único de uso científico y que puede ser contratado como servicio por terceros en el norte de la Provincia. Asimismo, es el único que cuenta con “punto crítico”, equipo accesorio que procesa las muestras de tejidos blandos para poder ser observados sin alteraciones.
El equipo ZEISS EVO 10, que ya se encuentra operativo, posee una tecnología muy versátil que permite observar muestras a una escala de nanómetros, cercana a una millonésima de centímetro, dando información morfológica muy precisa y eficiente del material analizado.
“Este microscopio sirve para observar, fotografiar y analizar muestras de todo tipo que no se pueden ver con las lupas y microscopios ópticos, ya que los tamaños de muestras de los que estamos hablando van más allá del espectro visible, o sea, más allá de nuestra visión”, explica Norberto de Garín, el profesional que está cargo del funcionamiento y manipulación del equipo.
El equipo sirve para la investigación básica y aplicada, así como también para aplicaciones industriales tales como la pesca, agro, energía, metalurgia, salud y ciencia forense, entre otras. En este sentido, es una herramienta que abre un abanico de oportunidades de aplicación y para abrir nuevas líneas de investigación, sobre todo en estudios morfológicos, dado que se aplica en Biología, Geología, Paleontología, Arqueología, Ingenierías y Ciencias Sociales.
“El contar con este Microscopio electrónico en Puerto Madryn operado por personal idóneo es muy importante, porque más allá de las facilidades que otorga para la investigación, puede resultar de suma utilidad para muchas industrias de la región, dentro y fuera de la provincia. Por ejemplo, en la industria textil se puede utilizar para determinar la morfología de las fibras y, en función de ello, determinar la calidad de las lanas, o en la metalmecánica para analizar la calidad y resistencia de los materiales. No obstante, también sirve para otras aplicaciones industriales ya que, a través de él, se podría determinar la aptitud de todo tipo de materiales, duros y blandos, incluyendo nanopartículas, recubrimientos y un sinfín de muestras”, comenta el investigador y vicedirector del IBIOMAR, Dr. Nicolás Ortiz.
Este equipo fue adquirido por Licitación Pública Nacional Nº 11/2019 del CONICET en la línea de Proyectos de Modernización de Equipamiento (PME) 2015-0204 “Estudios Ultraestructurales en Organismos Marinos Patagónicos” y en el marco de gestiones realizadas por el IBIOMAR y el CENPAT con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y el CONICET, y puede ser contratado por empresas e instituciones públicas.
Por consultas y contrataciones del MEB: mircroscopia@cenpat-conicet.gob.ar
Por Ingrid Lucero Parada