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Empresa de Base Tecnológica nacida en el CENPAT
ERISEA: la empresa que comercializa suplementos dietarios validados científica y clínicamente
Fue fundada por la científica del CCENPAT-CONICET Tamara Rubilar con socios del sector privado y el apoyo del sector público.
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No es coincidencia que en Puerto Madryn, una ciudad de cara al mar, Tamara Rubilar, hoy investigadora del CONICET, comenzara durante su licenciatura en Ciencias Biológicas a estudiar los mecanismos que regulan la reproducción de erizos de mar y otros animales marinos.
Esta línea de investigación y una necesidad familiar la impulsó, junto a un equipo de socios, a fundar Erisea S.A., la primera empresa de Base Tecnológica (EBT) en la Patagonia con licencia exclusiva de biotecnología acuícola del CONICET. Esta empresa comercializa –a través de la marca Promarine– suplementos dietarios validados científica y clínicamente y aprobados por ANMAT basados en antioxidantes marinos con múltiples efectos preventivos y paliativos.
En el transcurso de su carrera, Rubilar tuvo un hijo que nació con una enfermedad autoinmune de origen desconocido que le desencadenaba alergias alimentarias y respiratorias muy severas. “Le recetaban corticoides y otros fármacos que sabía que a largo plazo le iban a hacer daño. Para encontrar una solución, contacté a inmunólogos de todo el mundo y lo que comprobé es que se recomendaba dar antioxidantes para bajar la inflamación. Pero en ese momento no se hablaba de antioxidantes como se habla hoy y conseguirlos era difícil”, explica Rubilar, también vicedirectora del Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR – CONICET) y docente investigadora de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB).
Un día, un colega le envió un artículo científico de investigadores rusos que demostraban que unos pigmentos de un erizo de mar que habita en el mar Pacífico del norte actuaban como antioxidantes que tenían un poderoso efecto antiinflamatorio y mejoraban el sistema inmune. “Para recabar más información sobre esos potentes pigmentos antiinflamatorios, contacté al colega ruso autor de ese estudio, y tras diversas pruebas comprobamos que el erizo de mar Arbacia dufresnii, que crece en nuestro mar, contenía altas concentraciones de ese tipo de pigmento. Comencé a hacer extractos con esas moléculas para mi hijo y al año le sacamos los corticoides”, explica Rubilar. Y agrega: “Cuando vi que con una formulación natural se podía resolver un problema de salud tan complejo, pensé que mi experiencia tenía que servir para ayudar a otras personas. Fue así que fundamos Erisea S.A. en 2021 y hoy ya comercializamos cuatro suplementos dietarios”, indica la científica del CONICET. Y agrega que todos los productos que están en el mercado fueron validados clínicamente o tienen certificaciones de Estados Unidos y aprobados por los entes regulatorios.
Rubilar y su equipo de la EBT extraen los antioxidantes de las huevas del erizo de mar Arbacia dufresnii que habita en las costas de la Patagonia austral y en la región Antártica. Es una de las 950 especies vivientes del grupo de los equinoideos, nombre científico de los erizos de mar, que se encuentran en casi todos los océanos del mundo y viven hasta en los 2500 metros de profundidad.
Productos en el mercado
Los desarrollos de Erisea S.A. han dado lugar a suplementos dietarios como Echa Marine, que mejora los síntomas del COVID-19 prolongado, una enfermedad a menudo debilitante que ocurre en al menos el 10 por ciento de las infecciones por coronavirus 2 (SARS-CoV-2) y de la que se estima que al menos 65 millones de personas lo padecen a nivel mundial y que los casos aumentan a diario.
Otro producto es Marine Epic, diseñado para mejorar la salud celular, potenciar la actividad mitocondrial, bajar la inflamación y fortalecer el sistema inmunológico. El objetivo de este suplemento dietario es prolongar la longevidad, un beneficio que está certificado por Life Span Organization y la National Association for Sport Nutrition de Estados Unidos.
Por otra parte, Marine Fusion, alto en omega-3, brinda los beneficios de los ácidos grasos junto con antioxidantes para apoyar la salud cerebral, ocular y cardiovascular. Y Marine Pulse fue especialmente formulado para cuidar la salud cardiovascular de manera integral. “Este último producto salió recientemente al mercado. Combina antioxidantes marinos y bioactivos que bajan la inflamación de las arterias y ayudan a prevenir la arteriosclerosis”, explica Rubilar.
Articulación público-privada
Con el apoyo de organismos de promoción de la I+D+i nacionales, provinciales y municipales, Rubilar generó un modelo de negocio para salir a buscar inversión. “En la primera etapa participé en múltiples programas de formación para emprendedores productivos con el fin de crear una empresa de base tecnológica basada en más de veinte años de investigación básica”, afirma la científica del CONICET quien participó en programas para emprendimientos productivos organizados por EMPREAR, WISE LATAM – IAE Business School; UNSAM-ONU mujeres y el Instituto Pasteur – CITES; y un taller sobre Propiedad Intelectual para Investigadores en FLACSO.
Un día se encontró con los socios de la empresa Mirabella SRL -acuicultura de erizos de mar para su exportación a Japón. “En ese encuentro les hablé de mi proyecto y surgió la idea de formar juntos la empresa. Para ello se necesitó invertir para escalar un acuario con el fin de criar erizos de mar con protocolos de bienestar”, indica la científica. Y agrega: “También les expliqué que mediante técnicas de laboratorio era posible incrementar la cantidad de pigmentos o espinocromas, que son los antioxidantes marinos presentes en las huevas de Arbacia dufresnii, con el fin de desarrollar poderosas formulaciones antioxidantes para la industria cosmética y alimenticia”.
Pedro Mateos, Carlos Rocca y Gastón Domecq Chantry, Sofía Arnoldi y Andrea Caporaletti, de la empresa Mirabella SRL, escucharon a Rubilar, se informaron sobre su proyecto y decidieron convertirse en socios inversores y fundar Erisea S.A. Mateos, licenciado en comercio internacional, sales manager de Mirabella SRL y socio inversor de Erisea S.A., afirma: “Nos interesó el proyecto de Tamara no solo como negocio, sino también porque queríamos hacerle un bien a la sociedad, es decir, contribuir a la consolidación de una empresa dedicada a fabricar productos que mejoran la salud y la calidad de vida de la población”. Y agrega: “Decidimos apoyarla porque su proyecto estaba muy desarrollado y presentaba resultados científicos muy sólidos. Nos la jugamos y ahora nos alegra ver que la empresa está funcionando con cuatro productos que son muy valorados tanto por médicos y nutricionistas como por los consumidores. Aliento a otros inversionistas a animarse y a invertir en proyectos de ciencia y a los investigadores que sigan generando proyectos que le pueden cambiar la vida a la gente”.
En esa línea, Rocca y Domecq Chantry, ambos socios de Mirabella S.R.L., destacan que decidieron avanzar en la formación de la empresa Erisea S.A. porque el desarrollo de productos innovadores en materia de biotecnología les generó una motivación muy importante para poder ayudar a que las personas mejoren su calidad de vida. “Nos apasionó la idea de desarrollar suplementos alimenticios que pudieran ser de ayuda a muchas personas y poder generar una comunión entre nuestro mar Patagónico y el mundo. Mirar todas las mañanas el mar y saber con seguridad que trasladamos su energía en cada producto que hacemos, es una satisfacción increíble para nosotros”, afirma Rocca.
Por su parte, Domecq Chantry agrega: “Consideramos que es muy importante para la sociedad poder contar con suplementos naturales, producidos con nuevas tecnologías y que cuidan nuestro medio ambiente, ya que estamos muy comprometidos con su cuidado y sostenibilidad. Recordando los momentos iniciales, lo primero que se nos viene a la memoria es el nombre de Erisea, que surge de la conjunción de los erizos, el mar y nuestra pasión por él”. De acuerdo con Rocca, se tuvieron que evaluar e investigar muchos aspectos “ya que en términos comerciales nuestros productos son distintos a cualquier otro producto del mercado. Resultó muy complejo y a la vez desafiante la idea de poder comunicar todas las propiedades de nuestro tesoro de mar, ya que estos productos pueden ayudar a un gran universo de personas.”
El proceso de comercialización comenzó artesanalmente. “Contábamos de los productos y sus propiedades a todos nuestros amigos, clientes y en simultáneo se crearon sistema de venta on-line, hasta que en julio de este año, en la Casa del Chubut en Buenos Aires, se realizó el lanzamiento oficial de Echa Marine y a partir de ese momento se ha generado un gran interés no solo por este producto, sino también por el resto de los producidos en la empresa”, puntualiza Domecq Chantry. Y continúa: “Actualmente nuestras ventas son en mayor porcentaje en el país y estamos convencidos que los trabajos que se están realizando en el mercado internacional pronto darán sus frutos. Nuestra expectativa es poder contribuir a que las personas puedan llevar un estilo de vida saludable, poniendo al alcance de todos suplementos dietarios basados en investigaciones científicas, en materia de nutrición y bienestar”.
Una planta de producción propia
Gracias a los socios inversores de Erisea S.A., se inauguró en 2022 la planta de la EBT, de una superficie de 800 m2, en un predio de dos hectáreas ubicado en el Parque Industrial Pesquero de la ciudad de Puerto Madryn. “La planta cuenta con equipos de laboratorio y el diseño de sistemas de cultivo de erizos de mar en acuarios, técnicas de desove (dado que en las huevas de los erizos de mar se acumulan los potentes antioxidantes marinos) e implementación de protocolos de bienestar animal”, explica Rubilar. Y continúa: “Hemos desarrollado biotecnología para que acumulen antioxidantes marinos quinientas veces más que en el mar. Asimismo, podemos cosecharlos cada dos meses y no cada año, como si lo hiciéramos en el mar. De este modo generamos volúmenes industriales para el desarrollo de nuestros productos”.
Erisea S.A. cuenta con un equipo de doce personas: tres investigadores del sector científico, investigadores que dieron un salto del sistema científico al sector privado y técnicos acuícolas que egresaron de una escuela secundaria de especialidad técnica de Camarones, un pueblo de la Provincia de Chubut.
Además de ser fundadora de Erisea S.A., Rubilar trabaja para alentar la creación de EBTs en Puerto Madryn y es mentora de científicos que procuran transformar los resultados de investigaciones científicas en productos y servicios mediante la creación de empresas. Y concluye: “Siempre pensé a la carrera científica de una manera social, es decir, de seguir un camino para que mi investigación y formación profesional tenga un impacto en la sociedad y podamos de ese modo devolver todo lo que se invierte en nosotros”.
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