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50º ANIVERSARIO
EL CENPAT DE LOS PRÓXIMOS 50 AÑOS, CUMPLE 50 AÑOS
Un 8 de junio de 1970 era creado el Centro Nacional Patagónico de Geo-Heliofísica, actual Centro Científico Tecnológico CONICET-CENPAT, institución referente científica en la Patagonia.
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Una semilla de conocimiento se plantó en Puerto Madryn, cinco décadas atrás, y creció un árbol que dio frutos y extendió sus ramas, mucho más allá de su horizonte próximo. El CENPAT nació el 8 de junio de 1970 bajo la órbita de la Comisión Nacional de Estudios Geo Heliofísicos y fue en sus albores una pequeña construcción prefabricada, instalada en el centro de la ciudad, precisamente en el mismísimo sitio en donde hoy se encuentra emplazado un centro comercial.
En 1970, Puerto Madryn tenía una población por lo menos 14 veces menor a la que tiene actualmente, y el CENPAT desde sus orígenes fue creciendo al ritmo de la ciudad, acompasado por los vaivenes históricos, políticos, económicos y sociales que atravesaron al país en los últimos 50 años. Nació durante los últimos días de la Dictadura de Juan Carlos Onganía, y dejó de pertenecer a la Comisión Nacional de Estudios Geo Heliofísicos en 1978 pasando a depender definitivamente del CONICET, a la sombra de otra Dictadura. La más feroz de todas. La que desapareció a 30 mil personas. Luego sobrevendría la guerra de Malvinas, la llegada de la democracia y sucesivos períodos presidenciales. Algunos con algo más de atención al sector científico, otros mandando a científicos y científicas a lavar los platos y desfinanciando agresivamente el sistema, pero la ciencia pública no se detuvo. Resistió. Y en gran medida por ello el CENPAT permanece. Ahora instalado al sur de la ciudad, desde 1970 se proyecta al servicio de la comunidad con vocación científica y tecnológica. Es por eso que mirando hacia adelante, se vuelve válida la pregunta ¿Cómo será el CENPAT del futuro y qué desafíos deberá afrontar?
Néstor Ciocco, se licenció en zoología en la Universidad Nacional de La Plata y en abril de 1980, pocos meses más tarde de haber recibido su diploma de grado, recorrió 1500 km de distancia para trabajar en el CENPAT. Integró entonces, la primera camada de becarios que ingresó a la institución y se instaló en la ciudad. Aquí desarrolló su carrera profesional y su vida personal y familiar durante 26 años. Fue Director General de Intereses Marítimos y Pesca Continental de la Provincia del Chubut entre 1991 y 1994 y Director del CENPAT desde el 2002 y hasta el 2006. Actualmente reside en la ciudad de Mendoza y es Decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Cuyo, y es a partir de sus inicios y desde su trayectoria que se imagina y piensa el CENPAT, de aquí en adelante:
“En la proyección y a mi modo de ver hay un objetivo clarísimo en tanto centro regional que es el de profundizar y consolidar el rol tan bien logrado del CENPAT como referente, no solo científico y tecnológico, sino también cultural de toda la Patagonia y para lograrlo deberá afrontar, por lo menos tres desafíos:
Por un lado, el CENPAT será interpelado cada vez más por crecientes demandas de información científica y recomendaciones, derivadas del fuerte interés que recae sobre los recursos naturales y las riquezas que la Patagonia tiene. La región siempre ha sido escenario de agendas que pueden colisionar. Una agenda vinculada a la conservación de la naturaleza y a las reservas de áreas prístinas y otras agendas nacionales, internacionales y multinacionales de carácter productivo o extractivista. Hay en la Patagonia intenciones de explotación minera; hay recursos pesqueros que detentan altísimo interés; mucha riqueza en el subsuelo continental y marítimo; existen recursos hídricos y reservas de agua, incluyendo los glaciares; la riqueza forestal; los principios activos que pueden hallarse en la fauna y flora patagónica codiciados por industrias farmacológicas y cosmetológicas. Estos son solo algunos ejemplos de esa agenda que puede entrar en tensión con otra relacionada a la necesidad de conservar áreas de interés regional y nacional con larga tradición en Patagonia. El CENPAT será crecientemente interpelado como un aportante de datos objetivos para la toma de las grandes decisiones. Hoy los saberes no están parcelados y la realidad es cada vez más compleja, por lo que será un desafío poder abordarla con el conocimiento necesario para contemplar las múltiples variables y poder integrar el conocimiento no solo entre institutos sino aún con otros sectores alejados del ámbito científico y tecnológico. Requerirá un esfuerzo muy importante, pero creo que el CENPAT va a estar en condiciones de sortearlo satisfactoriamente.
Luego, la otra cuestión que ya está en plena marcha, es el aceleradísimo avance de las tecnologías informáticas y las comunicaciones. Adecuarse será un desafío para cualquier actividad, pero fundamentalmente para los generadores de conocimiento, para quienes se dedican a la investigación científica y tecnológica. Por lo altamente dinámico de ese proceso y por la necesidad de estar adaptado en términos de disponibilidad de equipos y recursos humanos a los cambios que se producen en el mundo de la informática.
Y finalmente, otro desafío importante, consolidado aceleradamente por la extraordinaria situación sanitaria actual, es el creciente protagonismo de los sectores científicos como asesores para los tomadores de decisiones Este contexto se está viendo con claridad en el ámbito de la salud y es por eso que se habla incluso de biopolítica. Como consecuencia cada vez se discute menos para que están los científicos y cada vez se valora más su rol. Es muy importante que este fortalecimiento y comprensión del rol de la ciencia, tenga como contraparte estar todo el tiempo estableciendo puentes con la comunidad para comunicar la ciencia, compartir el conocimiento. El CENPAT tiene una larga trayectoria en divulgación científica y deberá profundizar ese rol, estableciendo siempre puentes entre generadores de conocimiento, tomadores de decisiones y el crecimiento armónico de la sociedad. En ese sentido hay que seguir trabajando equilibradamente en lo que es la generación de conocimiento en las ciencias naturales y las humanidades. Hay que nutrirse de ciencias que tienen principios organizadores, como aquellas que analizan sistemas como la ecología o la geología, pero también de las que tienen una mirada más reduccionista y que resultan Imprescindibles como la biología molecular por ejemplo. Pero no basta solo con ellas. Hay que complementarlas con los aportes de la sociología, de la antropología social, de las humanidades en general y aún de miradas filosóficas y artísticas para lograr principios organizadores que permitan vincular los saberes y darles un sentido amplio en el marco de la complejidad de los problemas actuales. Se trata de procurar comprender integralmente los contextos. De tener en cuenta, por ejemplo, que los grupos sociales tienen puntos de partida diferentes, que hay grupos muy vulnerables, las grandes mayorías lamentablemente; o la revolución que están significando las reivindicaciones de género o las demandas por el cuidado ambiental, por ejemplo. En definitiva, tener en cuenta la enorme desigualdad económica y social que caracteriza al mundo actual y los profundos cambios en marcha. Por eso resulta fundamental comprender no solamente los problemas desde la mirada estrictamente disciplinar sino desde una totalidad. Entender al ser humano como un todo”, explica Néstor Ciocco.
En ocasión de este aniversario, el director actual del CCT, el antropólogo-biólogo Rolando González-José, considera que “es curioso y hasta simbólico celebrar los 50 años en medio de una pandemia que nos obliga a estar recluidos, porque esta situación ha abierto ciertos debates interesantes. Por ejemplo, hoy deberíamos dar por cerrada la disyuntiva de si es necesaria o no la inversión estatal en el sistema científico y tecnológico. Luego de ver la utilidad concreta y el grado de compromiso y reacción rápida del sistema científico, CENPAT incluido, ante la pandemia de COVID-19, desde algunos sectores de la sociedad se debería dejar de cuestionar la inversión estatal en ciencia y tecnología: sus beneficios han quedado sobradamente demostrados".
"Por otro lado, esta emergencia sanitaria nos encuentra llevando adelante experiencias de transferencia de conocimiento en sectores vulnerados. Nos referimos a intervenciones de utilidad concreta en Puerto Madryn como el relevamiento social de comedores y merenderos, las aplicaciones informáticas para relevar necesidades en esos sectores, o la detección de hogares con riesgo eléctrico y la consecuente intervención mediante la capacitación para construcción de estufas sustentables. El CENPAT de los próximos 50 años se asoma por esos horizontes: mayor presencia comunitaria y territorial, alto compromiso social en su personal, y todo ello manteniendo o aumentando nuestros niveles de impacto en materia de producción científica y tecnológica”.
Actualmente, el CCT CONICET-CENPAT está integrado por ocho institutos que estudian diferentes y múltiples disciplinas con el objetivo de abarcar las distintas problemáticas ambientales, sociales y culturales, y de poder establecer un vínculo estrecho con la comunidad. Seis de estos institutos, se encuentran localizados en el edifico del CENPAT en Puerto Madryn y otros en las ciudades de Comodoro Rivadavia y San Antonio Oeste (Río Negro).
- Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR-CONICET).
- Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos, Almirante Storni (CIMAS-CONICET), en San Antonio Oeste, Provincia de Río Negro.
- Instituto de Biología de Organismos Marinos (IBIOMAR-CONICET).
- Instituto de Diversidad y Evolución Austral (IDEAUS-CONICET).
- Instituto de Biociencias de la Patagonia (INBIOP-CONICET), en Comodoro Rivadavia.
- Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas (IPCSH-CONICET).
- Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales (IPEEC-CONICET).
- Instituto Patagónico de Geología y Paleontología (IPGP-CONICET).