ENTREVISTA

Información espacial para combatir el fuego

Un especialista en comunicación satelital reflexiona sobre la necesidad de vincular la información que generan los organismos de ciencia y técnica en Argentina con quienes diseñan y ejecutan políticas públicas tendientes a la prevención de incendios.


Temperaturas elevadas, fuertes vientos, vegetación abundante potencialmente inflamable producto de una sequía sostenida y negligencia son una serie de factores naturales y antrópicos que no debieran coincidir, pero eventualmente, cuando ocurre ¿Se puede estar preparado y mitigar los daños? Héctor del Valle, investigador retirado del CONICET, explica cómo a través de información satelital pueden prevenirse incendios de pastizales.

¿Por qué los satélites son útiles en la prevención de incendios?

El planeta tierra nunca ha sido tan observado desde el espacio por distintos satélites como hasta ahora. La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), lanzó en 2018 el primer satélite argentino de radar de banda L (SAOCOM 1A) y en poco tiempo lanzará otro de iguales características (SAOCOM 1B). Los radares operan de día y de noche y atraviesan las nubes. Además existe un convenio con la Agencia Espacial Italiana (ASI), con radares de banda X. Todo esto, nos permite contar con una constelación de satélites preparados para las emergencias ambientales. Monitorean, vigilan y generan información. Hay dos satélites actualmente que establecen focos de calor (principalmente MODIS y VIRS). Diariamente indican anomalías térmicas, que en general coinciden con focos de incendios.

¿Cuáles son las causas más habituales de incendio en la región?    

Si bien la naturaleza, principalmente en forma de rayos, es iniciadora de incendios, la gran mayoría de estos disturbios tienen una causa antrópica. Cuando encontramos que los fuegos sucedieron al borde de una ruta o tienen un solo foco, sabemos que en general fueron provocados por personas. En muchos campos cercanos a las áreas periurbanas solía haber ganado y fue retirado. Al no haber pastoreo se genera una enorme cantidad de biomasa disponible que es potencialmente inflamable. Por eso es muy importante mantener de forma sistemática los caminos vecinales  limpios. Península Valdés tiene además el promedio más elevado del mundo de probabilidad de caída de rayos durante tormentas eléctricas, con un 14 por ciento.

Entonces, existe una impronta cultural que se encuentra relacionada con estos siniestros…

Sí. Algo elemental es el tema de la basura. Un vidrio de una botella tirada actúa como una lente. No tenemos un comportamiento social vinculado a la limpieza en sitios turísticos. La alta circulación que existe camino a Puerto Pirámide o al Doradillo necesita tener mucho control.  Suele pensarse que al haber vegetación seca los incendios no se manifiestan tanto como en lugares forestales, pero los incendios de pastizales son frecuentes y difíciles de combatir porque en una zona totalmente plana y con fuertes vientos la propagación es mucho mayor que en superficies abruptas.

A la hora de pensar soluciones para evitar incendios de pastizales ¿Cuáles serían las más efectivas?

En una emergencia ambiental existen siempre tres etapas: antes, durante y después del evento y lo más importante es siempre prevenir. Incluso si no se puede evitar el siniestro; sí es posible estar preparado para mitigar el daño. Hay que poner en marcha la cadena que permita transformar la información básica que generan los científicos en información aplicada al servicio de la comunidad. Por ejemplo, a través de información proveniente de radares puede cuantificarse la cantidad de biomasa total disponible (viva y muerta). Es decir, mapear pastizales potencialmente inflamables. Podemos conocer la posición exacta a través de satélites de focos de calor. Existe en el país una gran capacidad técnica en muchos organismos. Lo que resta es planificar políticamente la manera de integrar toda esta información en un sistema nacional o provincial de alerta temprana que permitan actuar en la prevención.

Por Alejandro Cannizzaro